La historia de Sally: Cómo evitar el síndrome metabólico
La historia de Sally
Sally nunca tuvo que preocuparse por su peso. Siempre había estado activa y disfrutaba de sus paseos diarios por el parque.
Pero las cosas cambiaron cuando su madre tuvo un ataque al corazón. Sally cuidó de su madre día y noche. Pero Sally estaba tan ocupada con el cuidado de su madre que olvidó cuidarse a sí misma.
Durante meses, Sally no hizo ningún tipo de actividad. "Cuando mi mamá descansaba, yo solía dormir una siesta en lugar de salir a caminar", dice Sally. Y sus hábitos de alimentación cambiaron. "Pasé de comer alimentos saludables a elegir alimentos reconfortantes como macarrones con queso".
Con el tiempo, Sally engordó 20 libras (9 kg) y gran parte del peso se acumuló alrededor de su cintura. Pero eso no fue todo. Más tarde, Sally se enteró de que sus niveles de colesterol y azúcar en la sangre eran más altos de lo normal.
"El médico me dijo que tenía algunos de los problemas de salud que están relacionados con el síndrome metabólico. Y me dijo que mi riesgo de tener una enfermedad cardíaca o diabetes era mayor si no hacía cambios en mi estilo de vida".
Sally sabía que tenía que volver a ponerse en forma. "Comencé a salir a caminar de nuevo. Fue difícil al principio, pero comencé poco a poco y aumenté la distancia hasta caminar entre 30 y 45 minutos la mayoría de los días de la semana", dice ella. "También hice algunos cambios en mi alimentación. La mayoría de las veces, elijo frutas y verduras en lugar de comida chatarra. Y preparo versiones bajas en grasa de mis alimentos reconfortantes".
Estos cambios han ayudado a Sally a bajar de peso y a reducir sus niveles de colesterol y azúcar en la sangre. Y le han dado más energía para cuidar a su madre, quien ahora sale a caminar con Sally como parte de su recuperación.
Esta historia se basa en información recopilada a partir de muchas personas que viven con este problema de salud.