Beneficios
Una prueba de detección es una herramienta que salva vidas en la lucha contra el cáncer, ya que nos ayuda a encontrar la enfermedad en sus primeras etapas cuando se puede tratar con más éxito. Los pacientes con cáncer de pulmón tienen en realidad casi 10 veces más probabilidades de vivir más tiempo cuando se les diagnostica y se les trata de manera temprana.
La detección del cáncer de pulmón es sencilla, accesible, indolora y, por lo general, está cubierta por el seguro (la mayoría de las compañías de seguros cubren el costo de una tomografía computarizada de baja dosis).
¿Quién Debe Realizarse la Prueba?

¿Cómo se Calcula el Índice Tabáquico?
El índice tabáquico, conocido como “paquetes-año”, es la cantidad de cajetillas de cigarrillos que una persona fumó por día, multiplicada por la cantidad de años que ha fumado. Por ejemplo, 20 paquetes-año podrían incluir 20 años en los que fumó un paquete por día O 10 años en los que fumó dos paquetes por día

Qué Esperar
La remisión para una prueba de detección de cáncer de pulmón puede provenir de diferentes fuentes – tu médico de cabecera, neumólogo u otro especialista – quien determinará si tú eres elegible y si la prueba es adecuada para ti. Necesitarás una cita por separado para la prueba.
La prueba de detección de cáncer de pulmón consiste en hacerte una tomografía computarizada de baja dosis del tórax todos los años. La prueba proporciona imágenes detalladas para identificar cualquier cambio o anomalía para el seguimiento.
Una tomografía computarizada de baja dosis expone a los pacientes a solo el 10% de la radiación en comparación con una tomografía computarizada normal. El escáner es una máquina abierta, por lo que los pacientes no sienten claustrofobia. La prueba solo lleva unos minutos, es indolora y no implica agujas, beber algún líquido o inyecciones.