Neurodiagnóstico

Cuando comienzas a tener síntomas inexplicables o dolor crónico, quieres llegar a la raíz del problema y tener respuestas lo más rápido posible.

En el Ayer Neuroscience Institute, utilizamos pruebas de neurodiagnóstico de última generación y tecnología avanzada para determinar la causa de tus síntomas y basar tu tratamiento en un análisis de resultados integrados. 

Estas son algunas de las pruebas de neurodiagnóstico más comunes prescritas por los médicos para los pacientes de Ayer: 

  • Un EEG (electroencefalograma) es una prueba que mide y registra la actividad eléctrica de tu cerebro. Se colocan sensores especiales llamados electrodos en la cabeza y envían información a una computadora. La computadora registra la actividad eléctrica de tu cerebro. Los cambios del patrón normal de actividad eléctrica pueden mostrar ciertas condiciones, como convulsiones. Los EEG de rutina se pueden realizar tanto en pacientes hospitalizados como ambulatorios. A veces, un paciente saldrá del hospital con un EEG ambulatorio, que lo monitorea en casa. 
  • Un EEG Continuo (cEEG) monitorea la actividad eléctrica del cerebro de una persona durante un período más largo para evaluar y monitorear fluctuaciones inexplicables en la conciencia, encefalopatía infecciosa y metabólica (desequilibrio químico que afecta el cerebro), convulsiones y eventos clínicos. Esta es también una útil herramienta de diagnóstico para detección y registro en tiempo real de los niveles de sedación y estado no convulsivo (NCSE) que pueden ayudar a acelerar el tratamiento y obtener mejores resultados para el paciente. 
  • Un EEG Quirúrgico (sEEG) es otro tipo de EEG continuo que involucra un procedimiento mínimamente invasivo con electrodos colocados directamente en áreas específicas del cerebro para identificar de dónde proviene la convulsión. Encontrar el área específica del cerebro de donde proviene la convulsión puede conducir a varias opciones quirúrgicas que podrían disminuir la cantidad de convulsiones que tiene una persona o posiblemente hacer que ya no tenga convulsiones. 
  • Un Doppler Transcraneal (TCD) utiliza ondas de sonido para medir la velocidad del flujo sanguíneo a través de los principales vasos sanguíneos del cerebro. Se usa para monitorear secciones estrechas de vasos sanguíneos, detectar coágulos o derrames cerebrales y monitorear un vasoespasmo relacionado con hemorragia subaracnoidea (estrechamiento de las arterias en el cerebro después de una hemorragia).
  • El Electromiograma (EMG) mide la actividad eléctrica de los músculos cuando están en reposo y cuando se usan. Los estudios de conducción nerviosa miden qué tan bien y qué tan rápido los nervios pueden enviar señales eléctricas. Si tienes dolor o entumecimiento en las piernas, es posible que te hagan estas pruebas para averiguar qué nervios están afectados y cuánto están afectados. Estas pruebas verifican qué tan bien están funcionando tus nervios vertebrales. También revisan los nervios de tus brazos y piernas. 
  • Un Ultrasonido del Nervio en combinación con un EMG se usa para detectar el síndrome del túnel carpiano, lesiones nerviosas e inflamación, quistes y tumores. También se usa para guiar inyecciones con aguja (como Botox) a áreas muy específicas. 
  • Una MRI (Imagen por Resonancia Magnética) es una prueba que utiliza un campo magnético y pulsos de energía de ondas de radio para tomar imágenes de órganos y estructuras internas del cuerpo. Una resonancia magnética brinda información diferente sobre las estructuras del cuerpo que la que se puede ver con una radiografía, una ecografía o una tomografía computarizada (TC). La resonancia magnética también puede mostrar problemas que no se pueden ver con otros métodos de diagnóstico por imágenes. 
  • SPECT (Tomografía Computarizada por Emisión de Fotón Único) es una prueba que utiliza un tipo especial de cámara y un marcador (una sustancia radiactiva en forma líquida) para observar órganos o huesos en el cuerpo. Se puede utilizar para evaluar las condiciones del cerebro. Estos pueden incluir la enfermedad de Alzheimer y otros tipos de demencia, Parkinson, ataque isquémico transitorio (AIT) y accidente cerebrovascular. También se puede usar para averiguar qué está causando las convulsiones, incluso para la epilepsia. 
  • Un Wada Testing determina en qué lado de tu cerebro se encuentran tus habilidades de lenguaje y memoria. Esto ayuda a tu equipo de atención a hacer todo lo posible para proteger esas áreas, conocidas como la corteza elocuente. El objetivo es prevenir complicaciones con el habla, la memoria a corto plazo y la memoria a largo plazo en caso de que se necesiten tratamientos más invasivos.
  • Una fMRI (Imágenes por Resonancia Magnética Funcional) mide las pequeñas fluctuaciones en el flujo sanguíneo que ocurren con la actividad cerebral. Se utiliza para determinar los efectos de un derrame cerebral u otra enfermedad y para ayudar a tu médico a guiar tu tratamiento. Una fMRI es capaz de detectar anomalías dentro del cerebro que otras técnicas de imagen no pueden detectar. 
  • Una PET (Tomografía por Emisión de Positrones) es una prueba que utiliza un tipo especial de cámara y un marcador (sustancia radiactiva) para observar los órganos del cuerpo. La PET estudia el flujo sanguíneo y la actividad metabólica del cerebro. Una tomografía por emisión de positrones puede ayudar al médico a encontrar problemas del sistema nervioso, como la enfermedad de Parkinson, la esclerosis múltiple, el ataque isquémico transitorio (AIT), la esclerosis lateral amiotrófica (ELA), la enfermedad de Huntington, el accidente cerebrovascular y la esquizofrenia. También puede encontrar cambios en el cerebro que pueden causar epilepsia. 
  • Una prueba de Polisomnograma registra varias funciones del cuerpo durante el sueño, como la actividad cerebral, el movimiento de los ojos, los niveles de oxígeno y dióxido de carbono en la sangre, la frecuencia y el ritmo cardíaco, la frecuencia y el ritmo de la respiración, el flujo de aire a través de la boca y la nariz, los ronquidos, los músculos del cuerpo y movimiento del pecho y del vientre para detectar trastornos del sueño. 
  • Las Pruebas Genéticas comprueban el ADN de tus células. Pueden encontrar cambios en tus genes o cromosomas que pueden causar una enfermedad genética. Los resultados pueden informarte sobre tu ascendencia, salud o riesgo de contraer ciertas enfermedades. 
  • Tu médico puede sugerir pruebas cognitivas para determinar si tienes algún problema con el conocimiento. Si bien no diagnostica problemas cognitivos, puede ayudar a tu médico a determinar si necesitas pruebas adicionales o si hay algún problema cognitivo que deba abordarte.