Esófago de Barrett

Dejar la enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE) sin tratar conlleva un mayor riesgo que lidiar con episodios de indigestión ácida y acidez estomacal después de las comidas. Los casos graves pueden derivar en una condición más preocupante llamada Esófago de Barrett. 

La exposición prolongada al ácido del estómago puede hacer que el tejido que recubre el esófago se parezca más al interior del intestino delgado. Y eso no es todo. Los especialistas deben vigilar el Esófago de Barrett, ya que puede progresar a un tipo de cáncer asintomático. La progresión de la enfermedad es común, y los casos de cáncer de esófago asociado al Esófago de Barrett han aumentado más del 500% en las últimas décadas.


Síntomas y Diagnóstico

Dado que el Esófago de Barrett es una extensión de la ERGE, se relaciona con las mismas causas, principalmente el aumento de la presión abdominal debido a la obesidad o una hernia hiatal, ciertos alimentos y bebidas, y ciertos medicamentos.  

Además de los episodios regulares de acidez estomacal, el Esófago de Barrett puede causar los siguientes síntomas: 

  • Dolor en el pecho
  • Sabor agrio en la boca
  • Eructos
  • Dificultad para tragar
  • Asma, sibilancias o falta de aire
  • Sensación de tener un nudo en la garganta
  • Tos crónica
  • Neumonía
  • Dolor abdominal
  • Mal aliento
  • Erosión dental
  • Sueño irregular
  • Laringitis 

Para confirmar que tienes Esófago de Barrett, tu especialista te programará una o más pruebas. La mayoría son iguales a las pruebas para la ERGE, incluyendo: 

  • Prueba de sonda de acidez (pH): colocamos un monitor conectado a un tubo delgado a través de tu nariz hasta el esófago. Este monitor, conectado a una pequeña computadora que se lleva en una correa o alrededor de la cintura, nos indica cuándo se regurgita el ácido estomacal y durante cuánto tiempo. También podemos obtener esta información colocando una cápsula en tu esófago durante una endoscopia. La cápsula se expulsa con la deposición en unos días.
  • Prueba Bravo: usaremos un endoscopio para fijar una cápsula especial a la pared interna del esófago y medir los niveles de ácido durante un máximo de 96 horas. El ácido se eliminará de forma natural.
  • Endoscopia (EGD): un procedimiento mínimamente invasivo en el que se introduce una pequeña cámara telescópica por la boca hasta el esófago y el estómago para tomar imágenes y biopsias si es necesario. Buscamos signos de inflamación, infección o daño. También podemos solicitar una endoscopia con cápsula, en la que ingieres una pequeña cápsula de video que envía imágenes a medida que pasa por tu tracto digestivo.
  • Manometría: mide la fuerza y la coordinación muscular de tu esófago al tragar.
  • Radiografía del Tracto Gastrointestinal Superior: con bario y un equipo de rayos X especial llamado fluoroscopio, tomamos imágenes del esófago, el intestino delgado y el estómago. 

La prueba también ayudará a determinar el nivel de tu enfermedad. Los niveles son:  

  • No displásica: no hay evidencia de células anormales. El riesgo de cáncer es inferior a 1 de cada 200 pacientes al año.
  • Displasia de bajo grado: existen algunos cambios precancerosos en las células de tu esófago.
  • Displasia de alto grado: la enfermedad se encuentra en la última etapa de desarrollo celular anormal antes de convertirse en cáncer. 

Opciones De Tratamiento

El tratamiento para el Esófago de Barrett ha avanzado en los últimos años y los miembros de nuestro equipo son considerados expertos líderes en las nuevas técnicas. En un momento dado, solo la extirpación quirúrgica del esófago podría ser útil, pero los tratamientos más nuevos son mucho menos invasivos. 

Las técnicas más recientes incluyen: 

  • Resección endoscópica de la mucosa (REM): mediante un endoscopio, el especialista extirpa tumores precancerosos y cancerosos en etapa temprana del esófago.
  • Disección submucosa endoscópica (DES): el cirujano extirpa los crecimientos separando el revestimiento intestinal de la pared muscular.
  • Ablación por radiofrecuencia: energía térmica administrada por un dispositivo conectado a un endoscopio e insertado en el esófago destruye el tejido enfermo. 

Viviendo con la Condición

Al igual que con la ERGE, siempre sugerimos cambios sencillos en tu dieta y estilo de vida para minimizar el impacto del Esófago de Barrett en tu vida diaria. Nuestro equipo está aquí para ayudarte a abordar los hábitos que pueden desencadenar síntomas relacionados. 

Nuestras sugerencias incluyen: 

  • Dejar de fumar. Los fumadores tienen un 500% más de probabilidades de desarrollar cáncer de esófago.
  • Evitar los alimentos desencadenantes. Los culpables comunes son los cítricos, los picantes y los fritos.
  • Mantener un peso saludable.
  • Reducir el consumo de alcohol.
  • Comer porciones más pequeñas. Dejar el estómago menos lleno significa que produce menos ácido estomacal para procesar los alimentos.
  • Comer despacio. El cerebro tarda hasta 20 minutos en saber que hay comida en el estómago que necesita digerirse. Dale tiempo a tu cerebro para que se recupere.
  • No te recuestes después de comer. La gravedad ayudará a tu cuerpo a digerir. 

Además, te recomendamos que acudas a citas regulares con tu especialista para que te monitoreen la progresión de la enfermedad. 


Acerca de Nosotros

Si bien los trastornos de la deglución, el reflujo y el esófago son altamente especializados, nuestro enfoque empieza de manera amplia y se adapta a tus necesidades y objetivos únicos para brindarte la mejor atención y los mejores resultados posibles.

Trastornos de la Deglución, Reflujo y Esofágicos