Durante los últimos 20 años los cambios en la dieta y el estilo de vida estadounidenses han provocado un aumento en el número de personas que padecen de cálculos renales. Sólo en la última década, hemos visto un aumento del 85 por ciento en el número de visitas a la sala de emergencias debido al dolor por cálculos renales.
El riesgo de sufrir cálculos renales a lo largo de la vida en los Estados Unidos es aproximadamente del 19 por ciento para los hombres y del 9 por ciento para las mujeres. Cualquiera que haya tenido al menos un episodio de cálculos renales tiene al menos un 50 por ciento de posibilidades de tener otro, lo que puede provocar dolor, sufrimiento e incapacidad para trabajar.