5 Formas de Cuidar Tus Rodillas a Medida Que Envejeces

July 04, 2025 By Lindsay Ryan Crawford

Al igual que el resto de tu cuerpo tus rodillas también sienten el paso del tiempo.

Es normal que de vez en cuando sientas algo de dolor o rigidez, ¡pero eso no significa que no puedas hacer nada al respecto! Tomar algunas medidas desde ahora puede ayudarte a proteger tus rodillas y mantener tus articulaciones saludables a largo plazo.

¿Listo para tomar el control? El Dr. Mark Shekhman, cirujano ortopédico del Bone & Joint Institute at Hartford Hospital comparte consejos sencillos que puedes comenzar a aplicar hoy mismo.

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¿Qué está pasando con tus rodillas?

Si te duelen o se sienten rígidas al levantarte por la mañana, no estás solo. Y tiene una explicación.

“Hay algunos cambios muy normales que ocurren en nuestras rodillas a medida que envejecemos”, explica el Dr. Shekhman.

Estas son algunas de las razones por las que puedes sentir rigidez:

  • El cartílago se desgasta, así que hay menos amortiguación en la articulación.
  • Los ligamentos pierden elasticidad, lo que puede afectar la estabilidad.
  • La fuerza muscular alrededor de la rodilla disminuye, lo que reduce el soporte.
  • La producción de líquido en las articulaciones se hace más lenta, así que hay menos lubricación natural.
  • El metabolismo se vuelve más lento, lo que hace más difícil mantener un peso saludable.

¿La buena noticia? Hay cosas que puedes hacer desde ya para evitar un desgaste innecesario y mantener tus rodillas fuertes y flexibles con el paso del tiempo.

1. Aligera la carga.

Mantener un peso saludable no se trata solo de los números en la balanza – también es una forma de cuidar tus articulaciones.

“Cada kilo de más pone presión adicional en las rodillas y acelera el desgaste del cartílago”, explica el Dr. Shekhman. “Incluso perder un poco de peso puede reducir ese estrés y hacer que tus rodillas se sientan mucho mejor”.

2. Sigue en movimiento.

El movimiento es medicina – especialmente para tus rodillas.

“Actividades de bajo impacto como caminar, nadar o montar bicicleta ayudan a fortalecer los músculos que rodean y sostienen las rodillas”, dice el Dr. Shekhman. “También ayudan a mantener la flexibilidad y a prevenir lesiones”.

3. Usa los zapatos adecuados.

Unas rodillas sanas empiezan desde los pies. Eso significa usar calzado que te brinde buen soporte.

“Zapatos con buen acolchado y soporte ayudan a absorber el impacto y a alinear bien las rodillas”, comenta el Dr. Shekhman. “En algunos casos las plantillas ortopédicas pueden brindar más estabilidad”.

4. Haz ejercicios con pesas.

Tener músculos fuertes significa tener rodillas más sanas – ¡así que a levantar pesas!

“Los músculos del muslo, los isquiotibiales y las pantorrillas juegan un papel clave en el soporte y la estabilidad de la rodilla”, dice el Dr. Shekhman. “Cuando esos músculos están fuertes, absorben más el impacto y tus articulaciones sufren menos”.

5. Corrige tu postura.

La postura no es solo cosa de la espalda.

Tener una buena postura es una de las formas más olvidadas –pero efectivas– de proteger tus rodillas y evitar el estrés innecesario en las articulaciones.

“Pararte o sentarte con buena postura ayuda a distribuir tu peso de forma pareja”, explica el Dr. Shekhman. “Eso reduce la presión sobre tus rodillas y previene el desgaste con el tiempo”.

¿Cuándo deberías consultar al médico?

Es fácil ignorar el dolor de rodillas, especialmente si va y viene. Pero hay señales que indican que ya es momento de buscar ayuda médica.

“No ignores el dolor persistente o que va empeorando”, aconseja el Dr. Shekhman. “Mientras más temprano detectemos la causa, más opciones tenemos para tratarlo y evitar complicaciones mayores”.

Llama a tu médico si notas:

  • Dolor que dura semanas.
  • Hinchazón, enrojecimiento o sensación de calor en la articulación.
  • Dificultad para caminar o apoyar peso sobre la pierna.
  • Dolor agudo y repentino después de una lesión.
  • Dolor que interfiere con tus actividades diarias o te despierta en la noche.
  • Dolor que no mejora con medicamentos o técnicas de alivio.

“Escuchar a tu cuerpo es una de las mejores cosas que puedes hacer”, concluye el Dr. Shekhman. “Incluso cambios pequeños en tus rodillas pueden ser una señal de algo más grande – y atenderlo a tiempo puede marcar una gran diferencia”.