5 Hábitos Sencillos de Autocuidado Para Trabajadores de la Salud
July 02, 2025
By Maggie Werner

Jornadas largas. Mucho trabajo. Estrés constante. Trabajar en el mundo de la salud puede afectar tu bienestar, e incluso llevarte al agotamiento.
Puede que el autocuidado suene como otra tarea más en tu lista, pero con solo incorporar algunos hábitos pequeños puedes proteger tu energía, tu concentración y tu salud mental.
Sarah Jones, trabajadora social licenciada (LCSW) y gerente de bienestar en Hartford HealthCare, comparte cinco formas sencillas de empezar a cuidarte:
1. Tómate microdescansos
Los microdescansos son pausas breves e intencionales —de apenas dos a cinco minutos— que ayudan a reducir el estrés, aumentar la concentración y prevenir el agotamiento.
Incluso una caminata rápida para llenar tu botella de agua o estirarte y respirar cuenta.
“Tomarte solo dos minutos para estirarte o respirar profundamente puede ayudarte a reiniciar tu sistema nervioso”, dice Jones. “No tiene que ser algo largo para que sea útil.”
2. Prueba la técnica de respiración en caja
Este método rápido de respiración activa el sistema nervioso parasimpático, lo cual calma el cuerpo y mejora tu control emocional.
¿Quieres intentarlo? Así se hace:
Inhala por la nariz durante cinco segundos.
Sostén la respiración cinco segundos.
Exhala lentamente por la boca durante cinco segundos.
Sostén nuevamente cinco segundos.
Repite de 3 a 4 veces.
“Hazlo entre paciente y paciente, o antes de una tarea difícil o una conversación complicada”, recomienda Jones.
3. Empieza y termina con un ritual
Comienza tu turno con un hábito que te ancle, como estirarte o establecer una intención para el día. Al terminar realiza un pequeño ritual, como escuchar música mientras regresas a casa o lavarte las manos con atención plena.
“Estos pequeños momentos te ayudan a marcar la diferencia entre el trabajo y tu vida personal”, dice Jones. “Le dan permiso a tu mente para cambiar de ritmo.”
4. Toma más agua
No tomar suficiente agua puede causar cansancio, dificultad para concentrarte y más agotamiento.
Ten siempre una botella reutilizable a mano y aprovecha momentos del día para tomar agua, como después de cada vez que completes notas clínicas o tareas repetitivas.
5. Reconoce tus logros
Al final del día tómate un minuto para pensar: ¿Qué una, dos o tres cosas salieron bien hoy?
“Anótalas o compártelas con una compañera o un amigo”, sugiere Jones. “Enfocarte en esos pequeños logros te ayuda a valorar lo que realmente importa —y fortalece tu resiliencia.”
Establece límites y protege tu tiempo
Uno de los recursos de autocuidado más subestimados: los límites.
“Ya sea que apagues las notificaciones del trabajo después de horario o que te reserves un rato diario sin tecnología, los límites son clave para descansar y recuperarte”, explica Jones.
También puedes mejorar tu “higiene digital”: pon límites de tiempo a tus apps o silencia notificaciones para tener un espacio de desconexión.
¿Y si te sientes culpable por cuidarte?
No estás solo.
“La culpa es muy común, especialmente en el área de salud”, dice Jones. “Pero la verdad es que cuando estás agotado, tu capacidad para dar una atención segura y compasiva disminuye.”
El autocuidado no es un lujo, es parte de tu responsabilidad profesional.
“Te lavas las manos no solo por ti, sino para proteger a los demás”, explica. “Descansar, recargar energías y recuperarte también lo haces para poder seguir dando lo mejor de ti.”
“Y lo más importante: primero eres una persona, no solo un profesional de la salud”, concluye Jones. “Tus necesidades, emociones y experiencias también importan.”