Cirugía para Bajar de Peso: ¿Puede ayudar con la Hipertensión?
October 30, 2024
By Lindsay Ryan Crawford
Lidiar con la obesidad puede ser abrumador especialmente cuando la hipertensión es parte del “problema”. ¿Podría ser la cirugía para perder peso la respuesta?
Hablamos con la Dra. Mia Shapiro, cirujana bariátrica del Programa quirúrgico para Pérdida de Peso de Hartford HealthCare, para explorar esta opción.
Esto es lo que necesitas saber.
La obesidad trae muchos riesgos.
La obesidad no solo afecta tu peso—viene con una serie de riesgos serios para la salud que pueden impactar tu vida diaria. Es una enfermedad compleja vinculada a varias condiciones médicas más allá de la hipertensión, entre ellas:
- Diabetes tipo 2
- Colesterol alto
- Apnea obstructiva del sueño
- Osteoartritis
- Enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE)
- Enfermedad hepática
Si sufres de obesidad y de hipertensión, te estás exponiendo aún más complicaciones.
“La obesidad y la hipertensión juntas pueden aumentar específicamente tu riesgo de desarrollar enfermedad coronaria, enfermedad arterial periférica, ataques al corazón y accidentes cerebrovasculares”, agrega la Dra. Shapiro.
Así es como la cirugía ayuda.
La cirugía para bajar de peso puede reducir significativamente y de manera sostenible la presión arterial en pacientes con un índice de masa corporal (IMC) de 40 o más (obesidad clase III).
Las investigaciones muestran que las personas que se someten a una cirugía bariátrica tienden a experimentar una caída más significativa en la presión arterial en comparación con aquellas que dependen solo de tratamiento médico. Muchas pueden reducir o dejar de tomar medicamentos para la presión arterial entre 2 y 6 meses después de la cirugía, pero el seguimiento constante ayuda a que el médico ajuste el tratamiento.
“Aunque los estudios varían, la resolución de la hipertensión después de la cirugía parece estar relacionada con la pérdida de peso general”, explica la Dra. Shapiro. “Cuanto más peso pierde un paciente, más probable es que mejore su presión arterial”.
Los cambios en el estilo de vida son clave después de la cirugía para bajar de peso.
“Los pacientes deben continuar monitoreando su presión arterial regularmente, incluso a largo plazo y hacer seguimiento con su médico de atención primaria o cardiólogo, dependiendo de quién les haya recetado inicialmente la medicación para la presión”, dice la Dra. Shapiro.
Para maximizar las mejoras en la presión arterial después de la cirugía, la Dra. Shapiro también recomienda cambios importantes en el estilo de vida, que incluyen:
- Ejercicio regular
- Dieta baja en sal
- Dejar de fumar
- Dormir de 7 a 9 horas cada noche
- Manejo del estrés
- Diagnóstico y tratamiento de la apnea obstructiva del sueño
“El éxito a largo plazo después de la cirugía bariátrica depende de seguir las recomendaciones de ejercicio y alimentación”, añade. “Ofrecemos un programa integral con educación y apoyo de por vida para ayudar a nuestros pacientes a lograr los mejores resultados posibles para su salud”.
¿Eres un candidato adecuado para la cirugía para bajar de peso?
Aunque esta conversación comienza con tu médico, la Dra. Shapiro ofrece algunas pautas iniciales.
“Tradicionalmente, recomendamos considerar la intervención quirúrgica bariátrica para pacientes con un índice de masa corporal superior a 40”, explica. “Sin embargo, también ofrecemos la cirugía a pacientes con un índice de masa corporal más bajo (hasta 35) si tienen antecedentes de hipertensión que requiere medicación”.
Si eres aprobado para la cirugía, comenzarás monitoreando tu presión arterial en casa y haciendo cambios importantes en tu estilo de vida. Estos ajustes tempranos a menudo ayudan a los pacientes a perder hasta un 10% de su peso corporal y pueden reducir o incluso eliminar la necesidad de ciertos medicamentos antes de la cirugía.
“Si estos cambios en el estilo de vida te parecen abrumadores, no te preocupes”, dice la Dra. Shapiro. “Tendrás un equipo de expertos—incluyendo nutricionistas, psicólogos y fisioterapeutas—que te apoyarán en la construcción y mantenimiento de hábitos más saludables”.