4 Consejos para Salir a Cenar si Tienes Diabetes

Tomarse una noche libre para cocinar, vestirse y salir a cenar debería ser un placer. Pero si vives con diabetes, puedes sentir más estrés de lo que vale la pena.

¿Te preguntas cómo puedes navegar por el menú de un restaurante mientras controlas la diabetes? Aquí están los cuatro mejores consejos de un experto.  

1. Todo comienza con un buen plan. 

¿Te parece imposible disfrutar de tu tiempo fuera de casa mientras controlas tus niveles de azúcar en sangre? Según Rosario Giacomini, DO, doctor de medicina familiar en Westport, planificar con anticipación puede mantenerte libre de pensar en la diabetes en la mesa. He aquí cómo hacerlo:  

  • Si usas insulina, considera ajustar la dosis de tu medicamento en consecuencia. 

  • Consulta el menú con anticipación para poder planificar mejor tu consumo de carbohidratos para el día. 

  • Evita los aperitivos con pan, embutidos y aderezos pesados. 

  • Ten cuidado con los condimentos y las salsas que pueden tener un alto contenido de carbohidratos y grasas. 

Escanear el menú, especialmente con antelación, antes de tener demasiada hambre, puede salvarte de algunos de los errores más comunes en los restaurantes. El Dr. Giacomini tiene estos consejos cuando revisas el menú:  

  • Asegúrate de saber cómo se prepara tu comida. Opta por los alimentos a la parrilla o asados en lugar de los fritos. 

  • Mantente alejado de complementos grasos como el queso o el tocino. 

  • Pide ensaladas con aderezo como acompañamiento y úsalo con moderación durante la comida. 

  • Mantente alejado de las opciones con salsas espesas de mantequilla o crema. 

  • No tengas miedo de hacer sustituciones. Intenta cambiar las verduras asadas en lugar de las papas fritas u opciones vegetarianas por proteínas grasas. 

  • Evita beber tus calorías. Opta por agua o una alternativa sin azúcar.  

 3. Cuidado con el tamaño de las porciones. 

Comer fuera a menudo puede significar porciones más grandes que las que podrías preparar en casa, y porciones más grandes significan más mantequilla y sal. “En general, conviene intentar limitar el consumo excesivo de carbohidratos y sal. Y eso es especialmente cierto cuando se vive con diabetes”, dice el Dr. Giacomini. Así que la próxima vez que salgas a comer, considera pedir una porción del almuerzo, compartirla con un amigo o llevar parte de tu comida a casa.

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4. Y por último, ¡disfruta de tu comida! 

Tener diabetes no significa que no puedas disfrutar salir a cenar. Con un poco de planificación y moderación, puedes pedir un plato delicioso sin romper tu plan de alimentación.