Pero, ¿cómo saber cuándo ese dolor necesita una cirugía de reemplazo de disco para solucionarse? El Dr. Kia explica.
Las actividades cotidianas pueden desgastar los discos.
Como amortiguadores, los discos son vulnerables a sufrir lesiones y sufren el efecto acumulativo de las actividades cotidianas.
"Los discos ayudan a compartir la carga cuando estás de pie y en movimiento en general", explica el Dr. Kia.
Los discos también se dañan por:
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Lesión traumática
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Levantar objetos pesados, lo que hace que se hernien o se abulten en el canal espinal y presionen los nervios.
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Cambios discales degenerativos tempranos
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Artritis, que puede causar inestabilidad y presión sobre el disco hasta herniarse y causar dolor en el brazo o la pierna.
Cuando los discos se dañan, pueden causar dolor, y no sólo en la espalda.
"Si hay compresión nerviosa, el dolor se irradia a los brazos o las piernas", dice. "Veo una amplia variedad de pacientes con dolor agudo o crónico que han agotado el tratamiento no quirúrgico y comienzan a tener dolor o debilidad que los limita gravemente en su vida normal".
No todas las personas con una hernia de disco necesitan cirugía.
La mayoría de las hernias de disco se pueden tratar sin cirugía, enfatiza el Dr. Kia. Eso puede implicar seis semanas de medicación antiinflamatoria y fisioterapia combinadas.
Sin embargo, existen señales de que debes consultar a un cirujano de columna por tu dolor. Éstas incluyen:
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Debilidad muscular repentina
"Los pacientes con tales síntomas o que no superan las seis semanas de atención no quirúrgica pueden necesitar cirugía para extirpar las hernias de disco", dice el Dr. Kia. "Para extraer una porción importante del disco es necesario reemplazarlo, ya sea con un disco artificial o fusionando vértebras adyacentes".
Buenas noticias: la cirugía de reemplazo de disco suele tener buenos resultados.
Para los pacientes sin artritis o inestabilidad significativa, el Dr. Kia dice que el reemplazo de disco puede restaurar el movimiento y disminuir la posibilidad de que los espacios discales adyacentes se desgasten.
“Los resultados del reemplazo de disco han sido muy positivos, especialmente en la reducción del dolor de brazo y cuello. Los pacientes pueden verse limitados en ciertas actividades de alto impacto después, ya que cada implante funciona de manera diferente en la carga que puede soportar. Pero la mayoría puede esperar una recuperación completa en seis a 12 meses, con excelentes datos a largo plazo que muestran buenos resultados incluso a 10 años”, dice el Dr. Kia.