¿La Edad Afecta el metabolismo? Y qué hacer al respecto

September 09, 2024 By Laura Benys

Todos tuvimos ese amigo en la escuela secundaria que podía comer una montaña de pizza con un simple encogimiento de hombros y decir: “Tengo un metabolismo muy rápido”. Tarde o temprano, hasta ese amigo estará contando otra historia. Todos lo haremos, debido a cómo la edad afecta el metabolismo.

Aunque las investigaciones varían en cuanto a los detalles, el consenso general es el siguiente:

“A medida que aumenta la edad, el metabolismo se desacelera”, explica el especialista en bariatría de Hartford HealthCare, Joseph St. Pierre, DO.

Aquí te contamos qué hacer al respecto.

Metabolismo 101: Qué sucede con las calorías

Para entender cómo la edad afecta el metabolismo, comencemos por definir el metabolismo en sí.

El metabolismo es una reacción química en tu cuerpo que convierte lo que comes —es decir, las calorías— en la energía que necesitas para todas las funciones corporales. Todo lo que tu cuerpo no quema para obtener energía se almacena en células de grasa.

Este proceso funciona a una velocidad basal diferente para cada persona, dependiendo de su genética.

“Las personas con un metabolismo más alto queman más calorías, más rápidamente, que aquellas con un metabolismo más bajo. Lo contrario es cierto para quienes tienen un metabolismo más lento”, explica el Dr. St. Pierre.

Eventualmente, sin embargo, el metabolismo de todos tiende en la misma dirección: hacia abajo.

Cambios en la edad media: cómo parece afectar la edad al metabolismo

A medida que envejecemos, especialmente después de los 60 años, la mayoría de las personas enfrentan un misterio desagradable. No han cambiado sus hábitos alimenticios ni sus rutinas de ejercicio, pero, poco a poco, empiezan a ganar peso.

¿Por qué ocurre esto? Aunque pueden existir muchos factores contribuyentes —como cambios en el estilo de vida—, el metabolismo juega un papel importante.

“Con la edad, tu tasa metabólica basal se ralentiza”, explica el Dr. St. Pierre. “Algunas investigaciones sugieren que cada década tu metabolismo disminuye entre un 1 y un 2 por ciento.”

Como el cuerpo no quema tanto combustible, es más probable que sobren calorías, que se conviertan en grasa.

Una razón: El papel de los músculos

Los músculos son grandes consumidores de calorías en el cuerpo, requiriendo energía incluso cuando estás en reposo. Por lo tanto, un porcentaje saludable de masa muscular mantiene tu metabolismo activo.

Sin embargo, a partir de la edad media, el cuerpo humano comienza a resistirse al crecimiento muscular. Según algunas estimaciones, comenzamos a perder alrededor del 1% de masa muscular cada año. Luego, las cosas se agravan.

“A medida que pierdes masa muscular, básicamente requieres menos energía”, dice el Dr. St. Pierre. “Eso conduce a una disminución en la función metabólica.”

Qué intentar: 2 formas de aumentar tu metabolismo

Recuerda, antes de hacer cambios en tu dieta o rutina de ejercicio, consulta a tu médico.

1. Trabaja esos músculos. Prueba el entrenamiento de resistencia, que utiliza bandas, pesas o tu propio cuerpo para fortalecer los músculos.
2. Consume más proteínas. Son cruciales para el crecimiento muscular. Además, las proteínas requieren mucha energía para digerirse, lo que ayuda a acelerar el metabolismo.

Si te comprometes con ambas estrategias, verás un tipo de efecto en cadena: uno saludable.

“A medida que nos hacemos más fuertes, descubrimos que tenemos más energía. Nos volvemos naturalmente más activos y quemamos más calorías a través de esa actividad física adicional”, comenta el Dr. St. Pierre.

A quién llamar: Expertos en metabolismo a cualquier edad

El aumento de peso es complejo y el metabolismo es solo una parte del rompecabezas. Para recibir orientación sobre la imagen completa, consulta con un experto en manejo de peso.

“Podemos apoyarte con tus objetivos actuales y ayudarte a establecer buenos hábitos para que puedas mantener un peso saludable a medida que envejeces”, dice el Dr. St. Pierre.

 Al fin y al cabo, con la edad viene la sabiduría, incluida la sabiduría de pedir ayuda.