Por qué una vacuna COVID-19 no es una amenaza para el embarazo o la fertilidad de una mujer

January 08, 2021

Las mujeres no deben tener temores ni sospechas sobre el efecto de la vacuna COVID-19 sobre el embarazo o la fertilidad, a pesar de la persistente desinformación en línea, según un obstetra/ginecólogo de Hartford HealthCare.


Dra. Elizabeth Ann Deckers

La Dra. Elizabeth Deckers, que atiende a pacientes de la Clínica de Salud Ambulatoria para Mujeres en el Hartford Hospital y quien es directora de calidad y seguridad en salud materna para el sistema, dijo que las mujeres están excluidas de estudios seleccionados de medicamentos porque se les considera una "población vulnerable". Ahí es donde podrían haber comenzado los mitos.

De hecho, los ensayos clínicos de la vacuna COVID-19 en mujeres embarazadas y niños están programados para comenzar a finales de este mes.

La Dra. Deckers comentó que durante los ensayos de la fase 3 realizados el año pasado por la compañía farmacéutica Pfizer, la primera en obtener la aprobación de la Administración de Alimentos y Medicamentos para su vacuna en diciembre, 23 mujeres que participaron quedaron embarazadas. Solo una sufrió una pérdida temprana del embarazo y estaba en el grupo de placebo, lo que significa que no recibió la vacuna en sí.

Por ahora, dijo, no hay evidencia que respalde las afirmaciones de que las vacunas COVID-19 causen infertilidad o aborto espontáneo. Indicó que más de 50,000 mujeres embarazadas en los Estados Unidos han sido infectadas con el virus durante la pandemia y aunque sus cuerpos respondieron desarrollando anticuerpos similares a los creados por el cuerpo después de la vacunación, no ha habido evidencia de un aumento en pérdida temprana del embarazo.

"Si estos anticuerpos atacaran a la placenta en desarrollo, hubiéramos visto muchos más problemas en estos embarazos", dijo la Dra. Deckers.

La confusión surge, comentó, porque hay similitudes biológicas muy pequeñas entre la proteína de pico que el cuerpo crea después de la vacunación para combatir el COVID-19 y la sincitina-1, la proteína involucrada en el desarrollo de la placenta durante el embarazo. Pero los dos no son lo suficientemente similares como para que la proteína de pico lance una respuesta inmune a la sincitina-1 que pondría en peligro la capacidad de la madre de llevar un bebé a término.

“Es comprensible que a las mujeres les preocupe recibir una vacuna que no ha sido probada durante el embarazo”, dijo la Dra. Deckers. “Las mujeres deben equilibrar lo que se sabe sobre la vacuna y los riesgos de lo que podría suceder si presentan síntomas graves de COVID-19 durante el embarazo. También deben considerar su riesgo personal de exposición al virus”.

Las vacunas no son nuevas en el embarazo: a las mujeres embarazadas se les vacuna habitualmente contra el flu estacional y la hepatitis B y también se les ofrece una vacuna para la tos ferina durante cada embarazo para proteger a su bebé por nacer.

“El tipo de vacuna que no desea durante el embarazo es una vacuna viva. De lo contrario, las vacunas tienen un papel muy saludable en los embarazos exitosos”, dijo la Dra. Deckers.

Las personas deben discutir la vacunación COVID-19 con su proveedor de cuidados médicos y considerar el hecho de que las mujeres embarazadas infectadas con el virus tienen un mayor riesgo de enfermedad grave y más probabilidades de ser ingresadas en una unidad de cuidados intensivos e incluso morir. Este riesgo se agrava en las mujeres de color.

"Las mujeres deben recibir apoyo en cualquier decisión que tomen, pero los riesgos y beneficios deben considerarse cuidadosamente", comentó la Dra. Deckers.