¿Necesitas una prueba de detección de cáncer colorrectal?
Las pautas actuales recomiendan que las pruebas de detección comiencen a los 45 años para las personas con un riesgo promedio.
Los factores clave que pueden aumentar el riesgo de cáncer colorrectal incluyen:
- Antecedentes personales de cáncer de colon, pólipos o enfermedad inflamatoria intestinal.
- Antecedentes familiares de cáncer de colon o pólipos.
- Poliposis adenomatosa familiar (FAP), una condición hereditaria que crea cientos de pólipos en el colon y el recto.
- Obesidad.
- Fumar.
- Consumo excesivo de alcohol.
Incluso si tienes un riesgo promedio y tu primera prueba de detección es normal, las pruebas de detección de cáncer colorrectal regulares siguen siendo esenciales para una protección continua. La frecuencia recomendada dependerá del tipo de prueba de detección. Si tienes un mayor riesgo, tu médico trabajará contigo para crear un plan de detección personalizado.
Una prueba de detección de cáncer colerrectal es más que una colonoscopia.
La colonoscopia es la mejor manera de detectar y la única forma de prevenir el cáncer colorrectal. Al encontrar y eliminar pólipos antes de que se vuelvan cancerosos, ofrece una protección incomparable. Pero sabemos que no existe un enfoque único para todos.
Por eso, en el Hartford HealthCare Digestive Health Institute ofrecemos una variedad de opciones de detección de cáncer colorrectal, que incluyen:
-
Prueba de sangre oculta en heces (FOBT) y prueba inmunoquímica fecal (FIT): Una prueba de sangre oculta en heces busca sangre en las heces, que podría ser causada por pólipos o cáncer. FOBT usa la prueba guayaco, una sustancia vegetal que cubre las tarjetas de prueba. Una prueba FIT tiene limitaciones a la hora de detectar sangre en los intestinos inferiores. Si eliges realizarte esta prueba que se realiza en casa, cada año.
Sigmoidoscopia: Al igual que una colonoscopia, esta prueba utiliza un tubo flexible con luz insertado en el recto, pero examina solo la parte inferior del colon, incluido el colon sigmoide, un asa dentro del intestino grueso que mide aproximadamente 16 pulgadas de largo. Hazte una cada cinco años.
Colonografía por tomografía computarizada: una tomografía computarizada del recto y el colon tiene menos riesgo de perforación que una colonoscopia, pero requiere preparación. Si algo no está claro, es posible que aún se necesite una colonoscopia.
Cologuard*: analiza las heces para detectar mutaciones del ADN relacionadas con el cáncer colorrectal. Aunque no detecta pólipos no cancerosos, puede detectar el cáncer y no requiere preparación.
* Si el resultado de alguna de estas pruebas de detección es positivo, será necesario hacer un seguimiento con una colonoscopia.
Hazte tu prueba de detección
Si necesitas una colonoscopía o quieres explorar otras opciones, estamos aquí para escucharte y apoyarte.
Juntos, encontraremos el mejor opcion de detección para obtener información clave y brindarte un cuidado personalizado.
Cuando se trata de prevenir el cáncer colorrectal, la mejor prueba es la que te haces. Da hoy el primer paso para proteger tu salud.