9 Cosas que Debes Saber Sobre la Intolerancia a la Lactosa
March 15, 2025
By Leah Vichas

El queso, la pizza y el helado son favoritos para muchos, pero para quienes tienen intolerancia a la lactosa suelen venir acompañados de hinchazón, cólicos y malestar.
Entonces, ¿por qué los productos lácteos causan problemas en algunas personas y en otras no?
Consultamos a un especialista para conocer las señales, causas y opciones de tratamiento de la intolerancia a la lactosa.
1. No es lo mismo que una alergia a los lácteos.
La intolerancia a la lactosa y las alergias a los lácteos a menudo se confunden, pero son muy distintas.
“La intolerancia a la lactosa ocurre cuando tu cuerpo no produce suficiente lactasa, la enzima necesaria para descomponer la lactosa,” explica el Dr. Anant Agarwalla, del Hartford HealthCare Digestive Health Institute. “En cambio, una alergia a los lácteos es una reacción del sistema inmunológico a las proteínas de la leche y puede ser mucho más grave.”
Mientras que la intolerancia puede causar gases, hinchazón y dolor abdominal, una alergia puede provocar urticaria, inflamación e incluso anafilaxia, que puede ser potencialmente mortal.
2. Los síntomas varían de una persona a otra.
Algunas personas pueden consumir pequeñas cantidades de lácteos sin problema, mientras que otras reaccionan incluso ante un chorrito de leche en su café. Los síntomas más comunes incluyen:
- Hinchazón
- Gases
- Diarrea
- Cólicos estomacales
“La cantidad de lactosa que toleras depende de los niveles de lactasa en tu cuerpo,” indica el Dr. Agarwalla. “Hay personas que pueden consumir quesos curados o yogur sin problema, y otras que necesitan evitar los lácteos por completo.”
Por eso, muchas veces se tiene intolerancia a la lactosa sin saberlo.
“Veo pacientes que nunca consideraron que los lácteos fueran la causa de sus molestias digestivas. Pero cuando los eliminan durante unas semanas, suelen notar mejoras importantes,” añade el especialista.
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3. El diagnóstico puede ser sencillo.
A diferencia de otras condiciones, no siempre necesitas una prueba médica para saber si tienes intolerancia a la lactosa.
“Una prueba sencilla que puedes hacer en casa es eliminar los lácteos durante una o dos semanas. Si tus síntomas mejoran y luego vuelven al reintroducirlos, probablemente sea intolerancia,” explica el Dr. Agarwalla.
Para una confirmación más precisa, los médicos pueden hacer una prueba de aliento con hidrógeno, que mide cómo tu cuerpo procesa la lactosa.
4. Es más común de lo que crees.
La intolerancia a la lactosa no es rara — de hecho, en muchas partes del mundo es lo más común. Estudios estiman que alrededor del 65 % de la población mundial tiene algún grado de intolerancia.
“Es más frecuente en ciertos grupos étnicos, aunque en Estados Unidos el porcentaje es menor — entre el 15 % y 25 %,” señala el Dr. Agarwalla.
5. Algunos productos lácteos son más fáciles de digerir.
Puede que toleres algunos lácteos sin problema, mientras que otros te caen muy mal.
“Los quesos curados como el cheddar o el suizo, y los yogures con cultivos vivos suelen ser más fáciles de digerir porque contienen menos lactosa,” explica el especialista. “La leche sin lactosa también es una excelente alternativa: es leche real, solo que ya viene con la lactosa descompuesta.”
Y ojo, porque los lácteos pueden esconderse en muchos otros productos.
“Los encuentras en alimentos procesados, salsas, aderezos e incluso en algunos medicamentos,” advierte el Dr. Agarwalla. “Hay que estar atento a ingredientes como suero, sólidos de leche o caseína, ya que todos contienen lactosa.”
6. Hay muchísimas opciones sin lácteos.
Hoy en día, evitar los productos lácteos no significa renunciar a tus comidas favoritas. Desde leche de almendra o avena hasta helado y queso sin lácteos, las alternativas han mejorado bastante.
“Busca opciones vegetales sin azúcar añadida,” recomienda el especialista. “Y si pruebas un queso sin lácteos, escoge uno hecho con frutos secos o soya — suelen tener una textura y sabor más naturales.”
7. Y muchas formas de obtener calcio sin leche.
¿Te preocupa no consumir suficiente calcio?
Afortunadamente, hay muchos alimentos ricos en este mineral.
“Las verduras de hoja verde, las almendras, el tofu y las leches vegetales fortificadas son excelentes fuentes de calcio,” comenta el Dr. Agarwalla. “No tienes que depender solo de los lácteos.”
8. Los suplementos de lactasa pueden ayudarte.
¿No puedes renunciar al queso? Tal vez los suplementos de enzima lactasa sean una opción para ti.
“Tomar tabletas como Lactaid antes de consumir lácteos puede ayudarte a digerir mejor la lactosa,” explica. “No es una solución perfecta, pero a muchas personas les permite disfrutar pequeñas cantidades de lácteos sin molestias.”
9. Si sospechas que tienes intolerancia a la lactosa, consulta con tu médico.
Si los productos lácteos siempre te dejan con malestar, vale la pena hacer una consulta médica.
“Llevar un diario de alimentos y anotar cuándo aparecen los síntomas puede ayudarte a identificar lo que te afecta,” dice el Dr. Agarwalla. “El médico también puede indicarte pruebas para confirmar si tienes intolerancia a la lactosa y descartar otras afecciones digestivas.”
Y recuerda: tener intolerancia a la lactosa no significa renunciar para siempre a los lácteos, ni resignarte a sentirte mal.