Esclerosis sistémica que afecta al tracto gastrointestinal, uno de los efectos secundarios más comunes de la esclerosis sistémica, una forma de la enfermedad autoinmune conocida como esclerodermia, es el engrosamiento del tejido en el tracto gastrointestinal. Los músculos a lo largo del tracto, que se contraen y relajan para mover los alimentos, se debilitan en hasta el 90% de las personas con esclerosis sistémica, y el tejido cicatricial reemplaza gradualmente al músculo, lo que provoca obstrucciones.
Los síntomas pueden presentarse en cualquier parte del tracto digestivo, desde el esófago hasta el estómago y el intestino, lo que impide que tu cuerpo absorba los nutrientes esenciales que necesita para funcionar. Para ayudarte, nuestro equipo puede colaborar con tus especialistas en esclerosis sistémica para crear un plan de atención personalizado que responda a tus necesidades específicas.

Síntomas y Diagnóstico
La experiencia de cada persona con esclerosis sistémica es diferente, y los síntomas pueden variar según la parte del tracto digestivo afectada. Los síntomas más comunes incluyen:
- Dificultad para tragar
- Reflujo ácido
- Dolor estomacal
- Náuseas
- Vómitos
- Acidez/indigestión
- Diarrea
- Estreñimiento
- Cambios en el apetito
- Hinchazón abdominal
- Incontinencia o escape fecal
Trabajamos en estrecha colaboración con el especialista que trata tu esclerosis sistémica para determinar qué partes —si es que hay alguna— de tu sistema digestivo están afectadas por esta enfermedad crónica. Podemos solicitar una o más de las siguientes pruebas diagnósticas para ayudar en tu tratamiento:
- Gastroscopía. Se inserta un tubo flexible con una cámara por la garganta para observar mejor el esófago, el estómago y el inicio del intestino delgado. También podemos tomar una biopsia, o muestra de tejido, del área para examinarla bajo el microscopio.
- Estudio de reflujo ácido. Contamos con varias opciones para evaluar los niveles de ácido en tu esófago.
Opciones de Tratamiento
El tratamiento de los problemas digestivos relacionados con la esclerosis sistémica varía según la ubicación de los síntomas, pero puede incluir:
- Atención al reflujo ácido. Ya sea que desarrolles o no enfermedad por reflujo gastroesofágico (GERD, por sus siglas en inglés), podemos aplicar métodos similares para reforzar las válvulas del esófago y evitar que el reflujo ácido, causando irritación y daño en los tejidos.
- Medicamentos. Pueden incluir desde antibióticos hasta inhibidores de la bomba de protones para controlar la producción de ácido.
- Endoscopia superior con dilatación (EGD, por sus siglas en inglés). A través de un endoscopio insertado por la boca hasta el esófago, guiamos un globo especial hacia las estenosis, zonas estrechadas del intestino causadas por acumulación de tejido cicatricial. Inflamos el globo para estirar las estenosis y abrir el área lo más posible.
- Apoyo nutricional. Si estás comiendo menos y/o tu cuerpo absorbe menos nutrientes, podemos complementar tu ingesta mediante una sonda de alimentación colocada en el estómago o intestino, o mediante nutrición intravenosa.
Vivir con la Condición
Nuestra mayor preocupación para las personas con problemas digestivos relacionados con la esclerosis sistémica es la desnutrición, ya que, al comer menos, el cuerpo recibe menos nutrientes esenciales para funcionar adecuadamente.
Además de tu especialista en gastroenterología, tu equipo de atención incluye nutricionistas que pueden trabajar contigo para adaptar un plan alimenticio que se ajuste a tus necesidades específicas, incluyendo apoyo nutricional adicional si es necesario. Recomendamos que los pacientes con esta condición eviten ciertos desencadenantes como:
- Alcohol
- Cafeína
- Alimentos ácidos como frutas cítricas y tomates
- Alimentos fritos y otros con alto contenido de grasas
- Vegetales crudos
- Comidas picantes
- Cebolla
Tu equipo también cuenta con consejeros en salud conductual que pueden brindarte orientación para vivir con una enfermedad crónica. Estamos aquí para ayudarte a vivir de la manera más plena posible.