El síndrome de vómitos cíclicos (CVS, por sus siglas en inglés) es un trastorno digestivo en el que los pacientes experimentan episodios recurrentes e inexplicables de náuseas y vómitos intensos que pueden durar desde horas hasta días. Estos episodios son seguidos por períodos sin síntomas antes de que se presente un nuevo ataque.
Aunque tradicionalmente se ha diagnosticado con mayor frecuencia en niños, cada vez se detecta más en adultos.
Aún no comprendemos completamente el CVS ni hemos podido identificar sus causas subyacentes. Puede tener componentes genéticos, hormonales o neurológicos. Además, el síndrome puede coincidir con otros trastornos digestivos. Los factores desencadenantes pueden incluir agotamiento físico, deshidratación (que empeora con los vómitos), estrés o ansiedad elevados, sobrecalentamiento, ciertos alimentos o alérgenos ambientales.
La incertidumbre que rodea al CVS hace que sea fundamental buscar atención con profesionales experimentados como los del Neurogastroenterology & Motility Center, quienes pueden diagnosticar y tratar la condición lo más rápido posible.
Síntomas y Diagnóstico
Diagnosticar el CVS puede ser complicado, ya que comparte síntomas con otros trastornos de motilidad. Realizamos una historia clínica detallada y un examen físico minucioso con cada paciente para alcanzar un diagnóstico preciso lo antes posible.
Los síntomas más comunes incluyen:
- Episodios recurrentes de vómitos, arcadas y náuseas intensas. Pueden estar precedidos por náuseas significativas, dolor abdominal o sudoración.
- Períodos de salud “normal” entre episodios, sin síntomas.
- Con menor frecuencia: diarrea, mareos, dolores de cabeza o incomodidad ante luces brillantes o sonidos fuertes.
Tener CVS también puede provocar complicaciones relacionadas con los vómitos intensos. El ácido estomacal generado durante los vómitos puede irritar el revestimiento del esófago y causar caries dentales. También puede producirse deshidratación crónica, lo que puede derivar en cierto grado de insuficiencia renal, presión arterial baja, calambres musculares, mareos y desmayos.
Opciones de Tratamiento
rabajamos con cada paciente para identificar los posibles desencadenantes de los episodios de CVS, ya que evitarlos puede ayudar a reducir su frecuencia. También existen medicamentos que pueden corregir el desequilibrio químico que se cree que influye en la condición. Además, podemos recomendar cambios en el estilo de vida —como dormir lo suficiente, mantenerse hidratado y controlar el estrés— que pueden ser beneficiosos.